pronađen 50 Rezultati za: Sadoc

  • Ajitub fue padre de Sadoc; Sadoc fue padre de Salúm; (I Crónicas 5, 38)

  • el hijo de Ajitub, Sadoc; el hijo de Sadoc, Ajimáas. (I Crónicas 6, 38)

  • Azarías, hijo de Jilquías, hijo de Mesulám, hijo de Sadoc, hijo de Meraiot, hijo de Ajitub, prefecto de la Casa de Dios; (I Crónicas 9, 11)

  • y Sadoc, joven guerrero valeroso, con veintidós jefes de su familia. (I Crónicas 12, 29)

  • Después David llamó a los sacerdotes Sadoc y Abiatar, y a los levitas Uriel, Asaías, Joel, Semaías, Eliel y Aminadab, (I Crónicas 15, 11)

  • Al sacerdote Sadoc y a sus hermanos, los sacerdotes, los puso delante de la Morada del Señor, en el lugar alto de Gabaón, (I Crónicas 16, 39)

  • Sadoc, hijo de Ajitub, y Ajimélec, hijo de Abiatar, eran sacerdotes; Sausá, el secretario; (I Crónicas 18, 16)

  • David junto con Sadoc, de los hijos de Eleazar, y con Ajimélec, de los hijos de Itamar, los dividió en clases y los registró según sus funciones. (I Crónicas 24, 3)

  • El escriba Semaías, hijo de Natanael, uno de los levitas, los inscribió en presencia del rey y de los jefes, y en presencia del sacerdote Sadoc, de Ajimélec, hijo de Abiatar, y de los jefes de las familias sacerdotales y levíticas. Se echaba la suerte, una vez por Itamar y dos veces por Eleazar. (I Crónicas 24, 6)

  • También ellos, igual que sus hermanos, los hijos de Aarón, participaron del sorteo en presencia del rey David, de Sadoc, de Ajimélec, y de los jefes de las familias sacerdotales y levíticas. En cada familia, el jefe fue tratado de la misma manera que su hermano menor. (I Crónicas 24, 31)

  • De Leví: Jasabías, hijo de Quemuel. De Aarón: Sadoc. (I Crónicas 27, 17)

  • Aquel día, comieron y bebieron con gran alegría en la presencia del Señor. Luego proclamaron como segundo rey a Salomón, hijo de David, y lo ungieron como príncipe del Señor. Sadoc fue ungido como sacerdote. (I Crónicas 29, 22)


“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina