pronađen 809 Rezultati za: historia de Judá

  • En aquel tiempo, cuando no había rey en Israel, un levita que vivía como forastero en los confines de la montaña de Efraím, tomó por concubina a una mujer de Belén de Judá. (Jueces 19, 1)

  • Pero su concubina le fue infiel y lo abandonó, yéndose a la casa de su padre en Belén de Judá, donde permaneció unos cuatro meses. (Jueces 19, 2)

  • "Estamos de paso, le respondió él; venimos de Belén de Judá y vamos hasta los confines de la montaña de Efraím, porque yo soy de allí. Fui a Belén de Judá, y ahora estoy de regreso. Pero no hay nadie que me reciba en su casa, (Jueces 19, 18)

  • En seguida subieron a Betel y consultaron a Dios para preguntarle: "¿Quién de nosotros será el primero en subir a luchar contra los benjaminitas?". Y el Señor respondió: "Judá será el primero". (Jueces 20, 18)

  • Durante el tiempo de los Jueces hubo una gran sequía en el país, y un hombre de Belén de Judá emigró a los campos de Moab, con su mujer y sus dos hijos. (Rut 1, 1)

  • El hombre se llamaba Elimélec, su esposa Noemí, y sus dos hijos, Majlón y Quilión: eran efrateos, de Belén de Judá. Una vez llegados a los campos de Moab, se establecieron allí. (Rut 1, 2)

  • Así abandonó, en compañía de sus nueras, el país donde había vivido. Mientras regresaban al país de Judá, (Rut 1, 7)

  • Que el Señor te dé una descendencia por medio de esta joven, para que tu casa sea como la de Peres, el hijo que Tamar dio a Judá". (Rut 4, 12)

  • Saúl les pasó revista en Bézec: eran trescientos mil israelitas y treinta mil hombres de Judá. (I Samuel 11, 8)

  • Saúl convocó al pueblo y le pasó revista en Telam: eran doscientos mil hombres de a pie y diez mil hombres de Judá. (I Samuel 15, 4)

  • Los filisteos reunieron sus fuerzas para el combate. Se concentraron en Socó de Judá y acamparon entre Socó y Azecá, en Efes Damím. (I Samuel 17, 1)

  • David era hijo de aquel Efrateo de Belén de Judá, llamado Jesé, que tenía ocho hijos. En tiempos de Saúl, Jesé era ya un hombre viejo, de edad avanzada, (I Samuel 17, 12)


“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina