pronađen 1069 Rezultati za: nacimiento de Jesús

  • De pronto se desató en el mar una tormenta tan grande, que las olas cubrían la barca. Mientras tanto, Jesús dormía. (Mateo 8, 24)

  • Cuando Jesús llegó a la otra orilla, a la región de los gadarenos, fueron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros. Eran tan feroces, que nadie podía pasar por ese camino. (Mateo 8, 28)

  • Los demonios suplicaron a Jesús: «Si vas a expulsarnos, envíanos a esa piara». (Mateo 8, 31)

  • Toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, al verlo, le rogaron que se fuera de su territorio. (Mateo 8, 34)

  • Jesús subió a la barca, atravesó el lago y regresó a su ciudad. (Mateo 9, 1)

  • Entonces le presentaron a un paralítico tendido en una camilla. Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: «Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados». (Mateo 9, 2)

  • Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo: «¿Por qué piensan mal? (Mateo 9, 4)

  • Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se levantó y lo siguió. (Mateo 9, 9)

  • Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron a comer con él y sus discípulos. (Mateo 9, 10)

  • Jesús, que había oído, respondió: «No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. (Mateo 9, 12)

  • Jesús les respondió: «¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. (Mateo 9, 15)

  • Mientras Jesús les estaba diciendo estas cosas, se presentó un alto jefe y, postrándose ante él, le dijo: «Señor, mi hija acaba de morir, pero ven a imponerle tu mano y vivirá». (Mateo 9, 18)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina