pronađen 245 Rezultati za: ofrenda de alimentos

  • Al cabo de un tiempo, Caín presentó como ofrenda al Señor algunos frutos del suelo, (Génesis 4, 3)

  • mientras que Abel le ofreció las primicias y lo mejor de su rebaño. El Señor miró con agrado a Abel y su ofrenda, (Génesis 4, 4)

  • pero no miró a Caín ni su ofrenda. Caín se mostró muy resentido y agachó la cabeza. (Génesis 4, 5)

  • Así el país tendrá una reserva de alimentos para los siete años de hambre que vendrán sobre Egipto, y no morirá de inanición". (Génesis 41, 36)

  • y comenzaron los siete años de hambre, como José lo había anticipado. En todos los países se sufría hambre, pero en Egipto había alimentos. (Génesis 41, 54)

  • Como la escasez era muy grande, en ningún país había alimentos, y tanto Egipto como Canaán estaban exhaustos por el hambre. (Génesis 47, 13)

  • Los únicos terrenos que José no compró fueron los que pertenecían a los sacerdotes, porque a ellos el Faraón les había asignado una ración fija de alimentos; como vivían de la ración que les daba el Faraón, no tuvieron que vender sus tierras. (Génesis 47, 22)

  • Ordena a los israelitas que me preparen una ofrenda. Después ustedes la recibirán de todos aquellos que vengan a traerla voluntariamente. (Exodo 25, 2)

  • Y sobre la mesa pondrás los panes de la ofrenda, que estarán siempre ante mí. (Exodo 25, 30)

  • Después dejarás que todo el carnero se queme sobre el altar. Este es un holocausto para el Señor, una ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor. (Exodo 29, 18)

  • Recogerás nuevamente todo esto y lo quemarás sobre el altar junto con el holocausto, como perfume agradable al Señor. Esta es una ofrenda que se quema para el Señor. (Exodo 29, 25)

  • Tú santificarás el pecho de la presentación y la pierna de la ofrenda, es decir, la parte presentada y ofrecida del carnero inmolado con motivo de la investidura de Aarón y de sus hijos. (Exodo 29, 27)


“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina