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  • Yo no te ofendí: eres tú el que procede mal conmigo si me atacas. Que el Señor, el Juez, juzgue hoy quién tiene razón, si los israelitas o los amonitas". (Jueces 11, 27)

  • "¡Seguro que sí!, respondió David al sacerdote; las mujeres nos han estado vedadas, como siempre que yo salgo de campaña. Si los muchachos mantienen puros sus cuerpos aún en una expedición profana, ¡con mayor razón tendrán hoy sus cuerpos en estado de pureza!". (I Samuel 21, 6)

  • Con mucha más razón, ahora que unos hombres malvados han matado a un inocente en su propia casa y sobre su lecho, ¿no tendré que pedirles cuenta de su sangre y borrarlos de la tierra?". (II Samuel 4, 11)

  • En la parte superior, sobre los travesaños que había sobre las columnas -a razón de quince por cada hilera- , tenía un revestimiento de cedro. (I Reyes 7, 3)

  • Menajém recaudó esa plata entre toda la gente rica de Israel, a razón de cincuenta siclos de plata por persona, para entregarla al rey de Asiria. Así el rey de Asiria se retiró, y no se quedó allí, en el país. (II Reyes 15, 20)

  • Pero el Señor no quiso destruir a la casa de David, en razón de la alianza que había concluido con él, y de la promesa que le había hecho de darles, a él y a sus hijos, una lámpara para siempre. (II Crónicas 21, 7)

  • Que tus maridos hayan muerto no es razón para que nos castigues. ¡Ve a reunirte con ellos y que jamás veamos ni a un hijo ni a una hija tuyos!". (Tobías 3, 9)

  • Sí, yo sé muy bien que es así: ¿cómo un mortal podría tener razón contra Dios? (Job 9, 2)

  • Aún teniendo razón, no podría responder y debería implorar al que me acusa. (Job 9, 15)

  • Él me aplasta por una insignificancia y multiplica mis heridas sin razón. (Job 9, 17)

  • Si tengo razón, por mi propia boca me condena; si soy íntegro, me declara perverso. (Job 9, 20)

  • ¿No habrá una respuesta para tanto palabrerío? ¿Tendrá siempre razón el que habla demasiado? (Job 11, 2)


“Mantenha-se sempre muito unido à Igreja Católica, pois somente ela pode lhe dar a verdadeira paz, porque somente ela possui Jesus Sacramentado que é o verdadeiro príncipe da paz.” São Padre Pio de Pietrelcina