pronađen 2034 Rezultati za: Cam

  • y pasando por vosotros ir a Macedonia y volver nuevamente de Macedonia donde vosotros, y ser encaminado por vosotros hacia Judea. (II Corintios 1, 16)

  • Porque el Hijo de Dios, Cristo Jesús, a quien os predicamos Silvano, Timoteo y yo, no fue sí y no; en él no hubo más que sí. (II Corintios 1, 19)

  • No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos vuestros por Jesús. (II Corintios 4, 5)

  • pues caminamos en la fe y no en la visión... (II Corintios 5, 7)

  • Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios! (II Corintios 5, 20)

  • Nosotros, en cambio, no nos gloriaremos desmesuradamente; antes bien, nos mediremos a nosotros mismos por la norma que Dios mismo nos ha asignado como medida al hacernos llegar también hasta vosotros. (II Corintios 10, 13)

  • Rogamos a Dios que no hagáis mal alguno. No para que nosotros aparezcamos probados, sino para que obréis el bien, aun cuando quedáramos nosotros reprobados. (II Corintios 13, 7)

  • En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, (Gálatas 5, 22)

  • antes bien, siendo sinceros en el amor, crezcamos en todo hasta Aquel que es la Cabeza, Cristo, (Efesios 4, 15)

  • Y, una vez despojados los Principados y las Postestades, los exhibió públicamente, incorporándolos a su cortejo triunfal. (Colosenses 2, 15)

  • sino que así como hemos sido juzgados aptos por Dios para confiarnos el Evangelio, así lo predicamos, no buscando agradar a los hombres, sino a Dios que examina nuestros corazones. (I Tesalonicenses 2, 4)

  • De ahí que también por nuestra parte no cesemos de dar gracias a Dios porque, al recibir la Palabra de Dios que os predicamos, la acogisteis, no como palabra de hombre, sino cual es en verdad, como Palabra de Dios, que permanece operante en vosotros, los creyentes. (I Tesalonicenses 2, 13)


“Seja paciente nas aflições que o Senhor lhe manda.” São Padre Pio de Pietrelcina