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  • ¿Cuántas son mis faltas y pecados? ¡Mi delito, mi pecado, házmelos saber! (Job 13, 23)

  • dentro de un saco se sellaría mi delito, y blanquearías mi falta. (Job 14, 17)

  • «Puro soy, sin delito; limpio estoy, no hay culpa en mí. (Job 33, 9)

  • Guarda también a tu siervo del orgullo, no tenga dominio sobre mí. Entonces seré irreprochable, de delito grave exento. (Salmos 19, 14)

  • Dichoso el hombre a quien Yahveh no le cuenta el delito, y en cuyo espíritu no hay fraude. (Salmos 32, 2)

  • Tenme piedad, oh Dios, según tu amor, por tu inmensa ternura borra mi delito, (Salmos 51, 3)

  • Pues mi delito yo lo reconozco, mi pecado sin cesar está ante mí; (Salmos 51, 5)

  • En el delito de los labios hay una trampa fatal, pero el justo saldrá de la angustia. (Proverbios 12, 13)

  • El que cubre un delito, se gana una amistad el que propala cosas, divide a los amigos. (Proverbios 17, 9)

  • (Luego, en cumpliéndose los setenta años, visitaré al rey de Babilonia y a dicha gente por su delito - oráculo de Yahveh - y a la tierra de los caldeos trocándola en ruinas eternas). (Jeremías 25, 12)

  • Cualquiera que les topaba los devoraba, y sus contrarios decían: «No cometemos ningún delito, puesto que ellos pecaron contra Yahveh, ¡el pastizal de justicia y la esperanza de sus padres - Yahveh!» (Jeremías 50, 7)

  • No volverá a ser para la casa de Israel apoyo de su confianza, que provoque el delito de irse en pos de él. Y se sabrá que yo soy el Señor Yahveh. (Ezequiel 29, 16)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina