pronađen 121 Rezultati za: Haga

  • diciendo: «Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.» (Lucas 22, 42)

  • Pedro les contestó: «Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo; (Hechos 2, 38)

  • Pero si alguno teme faltar a la conveniencia respecto de su novia, por estar en la flor de la edad, y conviene actuar en consecuencia, haga lo que quiera: no peca, cásense. (I Corintios 7, 36)

  • Mas yo, de ninguno de esos derechos he hecho uso. Y no escribo esto para que se haga así conmigo. ¡Antes morir que...! Mi timbre de gloria ¡nadie lo eliminará! (I Corintios 9, 15)

  • A nadie damos ocasión alguna de tropiezo, para que no se haga mofa del ministerio, (II Corintios 6, 3)

  • Que el discípulo haga partícipe en toda suerte de bienes al que le instruye en la Palabra. (Gálatas 6, 6)

  • En cuanto a vosotros, que el Señor os haga progresar y sobreabundar en el amor de unos con otros, y en el amor para con todos, como es nuestro amor para con vosotros, (I Tesalonicenses 3, 12)

  • Con este objeto rogamos en todo tiempo por vosotros: que nuestro Dios os haga dignos de la vocación y lleve a término con su poder todo vuestro deseo de hacer el bien y la actividad de la fe, (II Tesalonicenses 1, 11)

  • que no os dejéis alterar tan fácilmente en vuestro ánimo, ni os alarméis por alguna manifestación del Espíritu, por algunas palabras o por alguna carta presentada como nuestra, que os haga suponer que está inminente el Día del Señor. (II Tesalonicenses 2, 2)

  • y que corrija con mansedumbre a los adversarios, por si Dios les otorga la conversión que les haga conocer plenamente la verdad, (II Timoteo 2, 25)

  • a fin de que tu participación en la fe se haga eficiente mediante el conocimiento perfecto de todo el bien que hay en nosotros en orden a Cristo. (Filemon 1, 6)

  • ¡Mirad, hermanos!, que no haya en ninguno de vosotros un corazón maleado por la incredulidad que le haga apostatar de Dios vivo; (Hebreos 3, 12)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina