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  • y repatrió numerosos cautivos. Tomó Gázara, Bet Sur y la Ciudadela, la limpió de sus impurezas y no hubo quien le resistiera. (I Macabeos 14, 7)

  • Son numerosos los que halagan al noble, todos son amigos del hombre que da. (Proverbios 19, 6)

  • y acudirán pueblos numerosos. Dirán: «Venid, subamos al monte de Yahveh, a la Casa del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos y nosotros sigamos sus senderos.» Pues de Sión saldrá la Ley, y de Jerusalén la palabra de Yahveh. (Isaías 2, 3)

  • Juzgará entre las gentes, será árbitro de pueblos numerosos. Forjarán de sus espadas azadones, y de sus lanzas podaderas. No levantará espada nación contra nación, ni se ejercitarán más en la guerra. (Isaías 2, 4)

  • Talaron su selva - oráculo de Yahveh - porque era impenetrable, pues eran más numerosos que la langosta, y no se les podía contar. (Jeremías 46, 23)

  • No a pueblos numerosos, de habla oscura y de lengua difícil cuyas palabras no entenderías. Si te enviara a ellos, ¿no es verdad que te escucharían? (Ezequiel 3, 6)

  • Sus caballos son tan numerosos que su polvo te cubrirá. Al estrépito de su caballería, de sus carros y carretas, trepidarán tus murallas cuando entre él por tus puertas, como se entra en una ciudad, brecha abierta. (Ezequiel 26, 10)

  • Así dice el Señor Yahveh: Yo echaré sobre ti mi red entre una asamblea de pueblos numerosos, en mi red te sacarán. (Ezequiel 32, 3)

  • Multiplicaré en vosotros hombres y bestias, y serán numerosos y fecundos. Os repoblaré como antaño, mejoraré vuestra condición precedente, y sabréis que yo soy Yahveh. (Ezequiel 36, 11)

  • Me hizo pasar por entre ellos en todas las direcciones. Los huesos eran muy numerosos por el suelo de la vega, y estaban completamente secos. (Ezequiel 37, 2)

  • Gómer, con todas sus huestes, Bet Togarmá, en el extemo norte, con todas sus huestes, pueblos numerosos, están contigo. (Ezequiel 38, 6)

  • Tú subirás, avanzarás como un huracán, como un nubarrón que cubrirá la tierra, tú y todas tus huestes, y los numerosos pueblos que están contigo. (Ezequiel 38, 9)


“Que Jesus o mergulhe no esplendor da Sua imortal juventude.” São Padre Pio de Pietrelcina