pronađen 133 Rezultati za: Toma

  • Entonces va y toma consigo otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor que el principio. Así le sucederá también a esta generación malvada.» (Mateo 12, 45)

  • Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. (Mateo 17, 1)

  • Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos. (Mateo 18, 16)

  • Pues toma lo tuyo y vete. Por mi parte, quiero dar a este último lo mismo que a ti. (Mateo 20, 14)

  • ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: "Tus pecados te son perdonados", o decir: "Levántate, toma tu camilla y anda?" (Marcos 2, 9)

  • "A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa."» (Marcos 2, 11)

  • Y se burlaban de él. Pero él después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña. (Marcos 5, 40)

  • Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, Santiago y Juan, y los lleva, a ellos solos, aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos, (Marcos 9, 2)

  • Toma la palabra Pedro y dice a Jesús: «Rabbí, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías»; (Marcos 9, 5)

  • Toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir pavor y angustia. (Marcos 14, 33)

  • Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados, - dijo al paralítico -: "A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".» (Lucas 5, 24)

  • Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor que el principio.» (Lucas 11, 26)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina