pronađen 48 Rezultati za: asno

  • y le dijo: «Levántate, vámonos.» Pero no le respondió. Entonces el hombre la cargó sobre su asno y se puso camino de su pueblo. (Jueces 19, 28)

  • Aquí me tenéis. Atestiguad contra mí delante de Yahveh y delante de su ungido. ¿De quién he tomado yo el buey o de quién he tomado el asno? ¿A quién he atropellado u oprimido? ¿Quién me ha sobornado para que cerrara los ojos? Yo os lo restituiré.» (I Samuel 12, 3)

  • Cuando bajaba ella, montada en el asno, por lo cubierto de la montaña, David y sus hombres bajaban en dirección contraria y se tropezó con ellos. (I Samuel 25, 20)

  • Apenas vio a David, se apresuró Abigaíl a bajar del asno y cayendo ante David se postró en tierra, y (I Samuel 25, 23)

  • Se levantó Abigaíl apresuradamente, montó en su asno y, seguida de cinco de sus siervas, se fue tras los enviados de David y fue su mujer. (I Samuel 25, 42)

  • Cuando vio Ajitófel que no habían seguido con su consejo, aparejó el asno y levantándose fue a su casa en su ciudad; ordenó su casa, y luego se ahorcó y murió. Le sepultaron en la tumba de su padre. (II Samuel 17, 23)

  • Respondió él: «¡Oh rey, señor mío! Mi servidor me engañó: Tu siervo le había dicho: "Aparéjame el asno; montaré en él, y me iré con el rey", porque tu siervo es cojo. (II Samuel 19, 27)

  • Se levantó Semeí, aparejó su asno y se fue a Gat, donde Akís, para buscar a sus siervos; fue Semeí y trajo a sus siervos de Gat. (I Reyes 2, 40)

  • Dijo a sus hijos: «Aparejadme el asno.» Y aparejaron el asno y se montó sobre él. (I Reyes 13, 13)

  • Después de haber comido y bebido, el profeta que le había hecho volver le aparejó su asno. (I Reyes 13, 23)

  • Partió, y un león le encontró en el camino y le mató; su cadáver yacía en el camino y el asno permanecía junto a él; también el león permanecía junto al cadáver. (I Reyes 13, 24)

  • Habló a sus hijos diciendo: «Aparejadme el asno», y se lo aparejaron. (I Reyes 13, 27)


“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina