pronađen 28 Rezultati za: promesas divinas

  • No falló una sola de todas las espléndidas promesas que Yahveh había hecho a la casa de Israel. Todo se cumplió. (Josué 21, 45)

  • «Mirad que yo me voy ya por el camino de todo el mundo. Reconoced con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma que, de todas las promesas que Yahveh vuestro Dios había hecho en vuestro favor, no ha fallado ni una sola: todas se os han cumplido. Ni una sola ha fallado. (Josué 23, 14)

  • «Pues de la misma manera que se os han cumplido todas las espléndidas promesas hechas por Yahveh vuestro Dios en vuestro favor, igualmente acarreará Yahveh contra vosotros todas sus amenazas, hasta borraros de la espléndida tierra que Yahveh vuestro Dios os ha dado. (Josué 23, 15)

  • «Bendito sea Yahveh que ha dado reposo a su pueblo Israel, según todas sus promesas; no ha fallado ninguna de las palabras de bien que dijo por boca de Moisés su siervo. (I Reyes 8, 56)

  • Te dan gracias, Yahveh, todos los reyes de la tierra, porque oyen las promesas de tu boca; (Salmos 138, 4)

  • Pero faltó a todas sus promesas y se indispuso con Jonatán. Lejos de corresponder a los servicios que le había prestado, le causaba graves molestias. (I Macabeos 11, 53)

  • Pues no resulta fácil violar las leyes divinas; así lo mostrará el tiempo venidero. (II Macabeos 4, 17)

  • ¿con qué consideración no juzgaste a los hijos tuyos, a cuyos padres con juramentos y pactos tan buenas promesas hiciste? (Sabiduría 12, 21)

  • Hay quien por timidez hace promesas a su amigo, y así, por nada se gana un enemigo. (Eclesiástico 20, 23)

  • Aplicad el oído y acudid a mí, oíd y vivirá vuestra alma. Pues voy a firmar con vosotros una alianza eterna: las amorosas y files promesas hechas a David. (Isaías 55, 3)

  • El año treinta, el día cinco el cuarto mes, encontrándome yo entre los deportados, a orillas del río Kebar, se abrió el cielo y contemplé visiones divinas. (Ezequiel 1, 1)

  • Alargó una especie de mano y me agarró por un mechón de mi cabeza; el espíritu me elevó entre el cielo y la tierra y me llevó a Jerusalén, en visiones divinas, a la entrada del pórtico interior que mira al norte, allí donde se alza el ídolo de los celos, que provoca los celos. (Ezequiel 8, 3)


“Que Nossa Mãe do Céu tenha piedade de nós e com um olhar maternal levante-nos, purifique-nos e eleve-nos a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina