pronađen 547 Rezultati za: sabiduría de Salomón

  • La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. (Mateo 12, 42)

  • Viniendo a su patria, les enseñaba en su sinagoga, de tal manera que decían maravillados: «¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos milagros? (Mateo 13, 54)

  • Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: «¿De dónde le viene esto? y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos? (Marcos 6, 2)

  • El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él. (Lucas 2, 40)

  • Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres. (Lucas 2, 52)

  • Y la Sabiduría se ha acreditado por todos sus hijos.» (Lucas 7, 35)

  • La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. (Lucas 11, 31)

  • «Por eso dijo la Sabiduría de Dios: Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán, (Lucas 11, 49)

  • Fijaos en los lirios, cómo ni hilan ni tejen. Pero yo os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos. (Lucas 12, 27)

  • porque yo os daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. (Lucas 21, 15)

  • Jesús se paseaba por el Templo, en el pórtico de Salomón. (Juan 10, 23)

  • Como él no soltaba a Pedro y a Juan, todo el pueblo, presa de estupor, corrió donde ellos al pórtico llamado de Salomón. (Hechos 3, 11)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina