pronađen 1428 Rezultati za: Adán hasta Noé

  • Les harás, además, calzones de lino para cubrir su desnudez; llegarán desde la cintura hasta los muslos. (Exodo 28, 42)

  • Haces avanzar a Aarón y a sus hijos hasta la puerta de la tienda de la reunión, y los lavas con agua. (Exodo 29, 4)

  • Después llevas el becerro hasta la tienda de la reunión, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre su cabeza. (Exodo 29, 10)

  • Tomó el becerro que habían hecho, lo quemó y lo trituró hasta reducirlo a polvo, esparciéndolo en agua, que hizo beber a los israelitas. (Exodo 32, 20)

  • Moisés, al ver que el pueblo andaba sin freno, y que Aarón lo había abandonado hasta hacerlo la irrisión de sus enemigos, (Exodo 32, 25)

  • Cada vez que Moisés se dirigía a la tienda, todo el pueblo se levantaba y se quedaba de pie a la entrada de su tienda, siguiendo con la vista a Moisés hasta que éste entraba en la tienda. (Exodo 33, 8)

  • Cuando esté mi gloria al pasar, te meteré en la hendidura de la roca y te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado. (Exodo 33, 22)

  • que conserva su fidelidad a mil generaciones y perdona la iniquidad, la infidelidad y el pecado, pero que nada deja impune, castigando la maldad de los padres en los hijos y en los nietos, hasta la tercera y cuarta generación". (Exodo 34, 7)

  • No ofrecerás con pan fermentado la sangre de mi sacrificio, ni permanecerá hasta la mañana siguiente la víctima de la fiesta de la pascua. (Exodo 34, 25)

  • Cada vez que Moisés entraba en la presencia del Señor para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía y, una vez afuera, comunicaba a los israelitas todo lo que se le había ordenado. (Exodo 34, 34)

  • Los israelitas dirigían su mirada a la cara de Moisés y veían su piel radiante. Y Moisés volvía a poner el velo en su cara hasta que entraba de nuevo a hablar con el Señor. (Exodo 34, 35)

  • Éstos eran dobles de abajo arriba hasta el primer anillo. Así dos tablones para los ángulos. (Exodo 36, 29)


“A prática das bem-aventuranças não requer atos de heroísmo, mas a aceitação simples e humilde das várias provações pelas quais a pessoa passa.” São Padre Pio de Pietrelcina