pronađen 13 Rezultati za: centuria

  • Los comandantes de la expedición, jefes de millar y jefes de centuria se presentaron a Moisés (Números 31, 48)

  • El oro presentado al Señor por los jefes de millar y de centuria dio un total de doscientos kilos. (Números 31, 52)

  • Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de los jefes de millar y de centuria y lo llevaron a la tienda de la reunión para que sirviera a los israelitas de memorial ante el Señor. (Números 31, 54)

  • El año séptimo Yehoyadá mandó llamar a los jefes de centuria de los carios y de la escolta real y los hizo venir adonde él estaba, al templo del Señor. Hizo con ellos un pacto, y tomándoles juramento en el templo del Señor, les mostró al hijo del rey. (II Reyes 11, 4)

  • Los jefes de centuria hicieron todo lo que el sacerdote Yehoyadá les mandó; cada uno tomó a sus hombres, los que entraban de servicio el sábado y los que salían, y se presentaron al sacerdote Yehoyadá. (II Reyes 11, 9)

  • El sacerdote entregó a los jefes de centuria las lanzas y los escudos del rey David, que estaban en el templo del Señor. (II Reyes 11, 10)

  • Pero el sacerdote Yehoyadá ordenó a los jefes de centuria, que mandaban la fuerza: "¡Sacadla de las filas y matad al que la siga!". Porque el sacerdote había dicho: "Que no la maten en el templo del Señor". (II Reyes 11, 15)

  • y reunió a los jefes de centuria, a los carios, a los de la escolta real y a todo el pueblo. Llevaron al rey del templo del Señor al palacio real, entrando por la puerta de la escolta regia, y el monarca se sentó sobre el trono de los reyes. (II Reyes 11, 19)

  • El séptimo año Yehoyadá mandó llamar a los jefes de centuria: Azarías, hijo de Yeroján; Ismael, hijo de Yehojanán; Azarías, hijo de Oded; Maseyas, hijo de Adayas, y Elisafat, hijo de Zicrí, e hizo un pacto con ellos. (II Crónicas 23, 1)

  • El sacerdote Yehoyadá entregó a los jefes de centuria las lanzas, las adargas y los escudos del rey David, que estaban en el templo de Dios. (II Crónicas 23, 9)

  • Pero el sacerdote Yehoyadá ordenó a los jefes de centuria que mandaban la fuerza: "Sacadla de las filas, y matad al que la siga". El sacerdote había dicho: "No la matéis en el templo del Señor". (II Crónicas 23, 14)

  • Tomó, finalmente, a los jefes de centuria, a los nobles, a cuantos tenían autoridad en el pueblo y al pueblo entero y llevaron al rey del templo al palacio real; entraron por la puerta superior y lo sentaron sobre el trono real. (II Crónicas 23, 20)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina