pronađen 265 Rezultati za: genealogía de Salomón

  • Cuando la reina de Sabá vio la sabiduría de Salomón y el palacio que había construido, (II Crónicas 9, 3)

  • Luego ofreció al rey ciento cuatro mil kilos de oro y gran cantidad de aromas y piedras preciosas. Nunca más se vio tanta cantidad de aromas como la que la reina de Sabá ofreció al rey Salomón. (II Crónicas 9, 9)

  • Los súbditos de Jirán y los súbditos de Salomón, que traían oro de Ofir, habían traído también de allí madera de sándalo y piedras preciosas. (II Crónicas 9, 10)

  • El rey Salomón, por su parte, regaló a la reina de Sabá todo lo que ella quiso, superando lo que ella había traído al rey. Ella y su séquito emprendieron el viaje de regreso a su país. (II Crónicas 9, 12)

  • El peso del oro que el rey Salomón recibía cada año era de unos veintitrés mil kilos, (II Crónicas 9, 13)

  • sin contar el procedente del tráfico de los comerciantes y de los mercaderes, de todos los reyes de Arabia y de los gobernantes del país, los cuales pagaban al rey Salomón tributos de oro y plata. (II Crónicas 9, 14)

  • El rey Salomón hizo 200 escudos de oro batido, empleando unos siete kilos de oro por escudo, (II Crónicas 9, 15)

  • Todos los vasos de beber del rey Salomón eran de oro, y toda la vajilla de la sala del "Bosque del Líbano" era de oro fino. No había nada de plata, pues la plata no se estimaba en tiempos del rey Salomón. (II Crónicas 9, 20)

  • El rey Salomón superó a todos los reyes de la tierra en riqueza y en sabiduría. (II Crónicas 9, 22)

  • Todos los reyes de la tierra querían visitar a Salomón para escuchar la sabiduría que Dios le había dado, (II Crónicas 9, 23)

  • Salomón tenía 4.000 caballerizas para sus caballos y sus carros y 12.000 jinetes, que destacó en las ciudades de guarnición y en Jerusalén, junto al rey. (II Crónicas 9, 25)

  • Los caballos para Salomón venían de Musur y de todas partes. (II Crónicas 9, 28)


“Há duas razões principais para se orar com muita satisfação: primeiro para render a Deus a honra e a glória que Lhe são devidas. Segundo, para falar com São Padre Pio de Pietrelcina