pronađen 695 Rezultati za: israelitas

  • Los israelitas guardarán el sábado, de generación en generación, como alianza perpetua. (Exodo 31, 16)

  • Será entre mí y los israelitas una señal perpetua, porque en seis días hizo el Señor el cielo y la tierra, y el séptimo cesó y descansó". (Exodo 31, 17)

  • Tomó el becerro que habían hecho, lo quemó y lo trituró hasta reducirlo a polvo, esparciéndolo en agua, que hizo beber a los israelitas. (Exodo 32, 20)

  • El Señor dijo a Moisés: "Di a los israelitas: Vosotros sois un pueblo de cabeza dura; si por un solo momento subiese en medio de vosotros, os aniquilaría. Quítate, pues, tus galas, que yo sabré cómo he de tratarte". (Exodo 33, 5)

  • Los israelitas se despojaron de sus galas a partir del monte Horeb. (Exodo 33, 6)

  • Aarón y todos los israelitas, al ver a Moisés, notaron que su rostro resplandecía, y no se atrevieron a acercarse a él. (Exodo 34, 30)

  • Después se acercaron a él todos los israelitas, y Moisés les ordenó todo lo que le había dicho el Señor en la montaña del Sinaí. (Exodo 34, 32)

  • Cada vez que Moisés entraba en la presencia del Señor para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía y, una vez afuera, comunicaba a los israelitas todo lo que se le había ordenado. (Exodo 34, 34)

  • Los israelitas dirigían su mirada a la cara de Moisés y veían su piel radiante. Y Moisés volvía a poner el velo en su cara hasta que entraba de nuevo a hablar con el Señor. (Exodo 34, 35)

  • Moisés reunió a toda la asamblea de los israelitas y les dijo: "Éstas son las órdenes del Señor: (Exodo 35, 1)

  • Moisés dijo a toda la asamblea de los israelitas: "Éstas son las órdenes del Señor: (Exodo 35, 4)

  • Toda la asamblea de los israelitas se retiró de la presencia de Moisés. (Exodo 35, 20)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina