pronađen 35 Rezultati za: prohibición de alimentos

  • Si uno lleva carne santificada en la parte extrema de su vestido y toca con su vestido pan, alimentos cocidos, vino, aceite o cualquier clase de alimentos, ¿será esto santificado?". Los sacerdotes respondieron: "No". (Ageo 2, 12)

  • Cuando traéis a mi altar alimentos impuros. Y todavía decís: "¿Cómo lo hacemos impuro?". (Malaquías 1, 7)

  • mientras que vosotros lo profanáis cuando decís: La mesa del Señor es impura, y los alimentos que se ponen en ella son despreciables. (Malaquías 1, 12)

  • Porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y luego va a parar al retrete". (Así declaraba que todos los alimentos eran puros). (Marcos 7, 19)

  • Y él contestaba: "El que tenga dos túnicas reparta con el que no tiene ninguna, y el que tiene alimentos que haga igual". (Lucas 3, 11)

  • Pero Jesús les dijo: "Dadles vosotros de comer". Ellos le dijeron: "No tenemos más que cinco panes y dos peces. ¡A no ser que vayamos a comprar alimentos para toda esta gente!". (Lucas 9, 13)

  • No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todos los alimentos son puros, pero no se debe comer algo que escandalice a los demás. (Romanos 14, 20)

  • que prohíben el matrimonio y ciertos alimentos que Dios ha creado para que los creyentes y los que conocen la verdad los coman y den gracias a Dios por ello. (I Timoteo 4, 3)

  • se trata de normas externas referentes a los alimentos, a las bebidas y a los ritos purificatorios, válidos solamente hasta el establecimiento del nuevo orden de cosas. (Hebreos 9, 10)

  • porque no podían soportar esta prohibición: El que pise la montaña, incluso si es una bestia, será apedreado. (Hebreos 12, 20)

  • No os dejéis engañar por doctrinas distintas y extrañas; porque es mejor afianzar el corazón con la gracia que con alimentos que no son de provecho alguno para quienes se aferran a ellos. (Hebreos 13, 9)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina