pronađen 499 Rezultati za: tiempo

  • pero ahora, como ya no hay nada que me retenga en estas regiones y como desde hace tiempo tengo muchas ganas de ir a veros, (Romanos 15, 23)

  • en mi viaje para España espero pasar por ahí. Como también espero que, tras disfrutar durante algún tiempo de vuestra compañía, me ayudéis a continuar el viaje. (Romanos 15, 24)

  • Al que puede fortaleceros en el evangelio que yo anuncio, en la proclamación de Jesucristo y en la revelación del misterio mantenido en secreto desde tiempo eterno, (Romanos 16, 25)

  • Así pues, nada juzguéis antes de tiempo, hasta que venga el Señor, que iluminará los escondrijos de las tinieblas y pondrá de manifiesto las intenciones del corazón, y entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que merezca. (I Corintios 4, 5)

  • No os neguéis el uno al otro esa obligación, a no ser de común acuerdo y por cierto tiempo, para dedicaros a la oración; después volved de nuevo a juntaros, para que no os tiente Satanás si no podéis guardar continencia. (I Corintios 7, 5)

  • La mujer está ligada todo el tiempo que vive su marido; pero si el marido se muere, queda libre para casarse con quien quiera, con tal que sea cristiano. (I Corintios 7, 39)

  • y después de todos, como a uno que nace antes de tiempo, también se me apareció a mí. (I Corintios 15, 8)

  • Ahora no quiero ir de pasada; espero permanecer algún tiempo con vosotros, si Dios quiere. (I Corintios 16, 7)

  • Dios es testigo de que no os decimos "sí" y "no" al mismo tiempo. (II Corintios 1, 18)

  • Así que en adelante a nadie conoceremos a lo humano; y si un tiempo conocimos a Cristo a lo humano, ahora ya no lo conocemos así. (II Corintios 5, 16)

  • Porque él dice: En el tiempo propicio te escuché y en el día de la salvación te ayudé. Ahora es el tiempo propicio, ahora es el día de la salvación. (II Corintios 6, 2)

  • Pues aunque os entristecí con la carta, no me arrepiento. Y si antes me pesó, viendo que aquella carta os entristeció, aunque por breve tiempo, (II Corintios 7, 8)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina