pronađen 97 Rezultati za: vestiduras sacerdotales

  • Por haberse conmovido tu corazón y haberte humillado delante del Señor al oír las palabras con que él ha amenazado a este lugar y a sus habitantes, por haberte humillado delante de mí, por haberte rasgado las vestiduras y haber llorado delante de mí, también yo te he escuchado, dice el Señor. (II Crónicas 34, 27)

  • Con arreglo a sus posibilidades, entregaron al tesoro de la obra sesenta y un mil dracmas de oro, cinco mil minas de plata y cien túnicas sacerdotales. (Esdras 2, 69)

  • Al oír esto, rasgué mis vestiduras y mi manto, me rasuré los pelos de la cabeza y la barba y me senté abrumado. (Esdras 9, 3)

  • Algunos de los cabezas de familia hicieron donativos para la obra. El gobernador dio al tesoro mil dracmas de oro, cincuenta copas y treinta túnicas sacerdotales. (Nehemías 7, 69)

  • El resto del pueblo entregó veinte mil dracmas de oro, dos mil minas de plata y siete túnicas sacerdotales. (Nehemías 7, 71)

  • En tiempo de Joaquín, los cabezas de familias sacerdotales eran: de la de Serayas, Merayas; de la de Jeremías, Jananías; (Nehemías 12, 12)

  • En tiempos de Eliasib, Yoyadá, Yojanán y Yadúa, los cabezas de familias sacerdotales, fueron inscritos hasta el reino de Darío el Persa. (Nehemías 12, 22)

  • Dio entonces grandes gritos, llorando, gimiendo, clamando fuertemente y rasgando sus vestiduras. (Judit 14, 16)

  • Al oír estas palabras, los jefes del ejército asirio rasgaron sus vestiduras, se conmovieron profundamente y se pusieron a lanzar lamentos y gritos en medio del campamento. (Judit 14, 19)

  • Apenas supo Mardoqueo lo que se había hecho, rasgó sus vestiduras, se vistió de saco y ceniza y salió por la ciudad lanzando gritos de dolor: "¡Un pueblo inocente va a ser exterminado!". (Ester 4, 1)

  • que se le pongan vestiduras como las que usa el rey, que se suba a un caballo como los que monta el rey, con una corona real en la cabeza. (Ester 6, 8)

  • "Toma en seguida las vestiduras y el caballo haz lo que has dicho con el judío Mardoqueo, que está sentado en la puerta real. No omitas nada de lo que has dicho". (Ester 6, 10)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina