18. Lo harás en presencia del Señor, tu Dios -en el lugar elegido por él- junto con tu hijo y tu hija, tu esclavo y tu esclava, y con el levita que viva en tu ciudad. Y en la presencia del Señor, tu Dios, te alegrarás por todos los beneficios que hayas obtenido de tu trabajo.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina