4. su primer marido no podrá volver a tomarla por esposa, puesto que ella ha sido mancillada. Esto sería abominable a los ojos del Señor, y tú no puedes manchar con un pecado la tierra que el Señor, tu Dios, te da en herencia.





“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina