Ezequiel, 20
23. Pero una vez más, alcé mi mano en el desierto, para jurarles que los dispersaría entre las naciones y los diseminaría por los países,
23. Pero una vez más, alcé mi mano en el desierto, para jurarles que los dispersaría entre las naciones y los diseminaría por los países,
“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina