9. Al séptimo día se afeitará todo el pelo -el cabello, la barba, las cejas y todo el resto del pelo- volverá a lavar su ropa, bañará su cuerpo con agua, y quedará puro.





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina