Gálatas, 4
12. Os ruego que os hagáis como yo, pues yo me hice como vosotros. Ningún agravio me hicisteis.
12. Os ruego que os hagáis como yo, pues yo me hice como vosotros. Ningún agravio me hicisteis.
“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina