II Samuel, 22
38. Persigo a mis enemigos, los deshago, no vuelvo hasta haberlos acabado.
38. Persigo a mis enemigos, los deshago, no vuelvo hasta haberlos acabado.
“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina