Job, 12
11. ¿No es el oído el que aprecia los discursos, como el paladar saborea los manjares?
11. ¿No es el oído el que aprecia los discursos, como el paladar saborea los manjares?
“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina