Katolička Biblija
 

Amós, 9

5. El Señor, Dios todopoderoso..., el que toca la tierra y se funde, y se entristecen todos sus habitantes; crece toda ella como el Nilo y mengua como el río de Egipto.

Stihovi vezani uz Amós, 9:

Amós 9 es el capítulo final del Libro de Amós, y en él el Profeta presenta la visión de Dios sobre el futuro de Israel y su promesa de restauración y bendiciones. Algunos de los temas abordados en este capítulo incluyen el juicio de Dios sobre Israel, la futura restauración del reino de David y la abundancia de bendiciones prometidas a Israel. Aquí hay cinco versos relacionados con estos temas:

Salmo 85:8 - "Ciertamente, tu salvación está cerca de quienes lo temen, esa gloria puede habitar en nuestra tierra". Este versículo habla sobre la salvación de Dios, que es una de las promesas de Amós 9:11-12 para la gente de Israel.

Jeremías 30:3 - "Porque, he aquí, el Señor, dice, que haré que mi pueblo Israel y Judá regresen del cautiverio; Este versículo se relaciona con la promesa de restauración de los AMOS 9:14-15.

Isaías 55:12 - "Porque con alegría saldrás, y en paz serás guiados; las colinas y las colinas romperán la canción ante ti, y todos los árboles del campo aplauden". Este versículo habla sobre la alegría y la paz que se experimentará durante la restauración de Israel, que es una de las promesas de Amós 9:13.

Zacarías 10:6- "Porque fortaleceré la casa de Judá, y salvaré la casa de José, y los haré establecer, porque tengo piedad; y serán como si no los hubieran rechazado; porque yo soy el Señor tu Dios, y yo los escuchará ". Este versículo se relaciona con la promesa de que Dios restaurará la casa de David en Amós 9:11.

Ezequiel 36:29-30 - "y te entregaré de todo tu sucio, y llamaré al trigo, y lo multiplicaré, y no te traeré hambre. También multiplicaré el fruto de los árboles, y El fruto de los campos, para que nunca recibas afrenta de hambre entre los gentiles ". Este versículo habla sobre la abundancia que Dios prometió a Israel después de su restauración, que se relaciona con la promesa de Amós 9:13-14.





“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina