9. su pecho, como una coraza de hierro, y el rumor de sus alas, como el ruido de carros de muchos caballos que corren a la batalla;





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina