Job, 19
27. Aquel a quien veré ha de ser mío, no a un extraño contemplarán mis ojos; ¡y en mi interior se consumen mis entrañas!...
27. Aquel a quien veré ha de ser mío, no a un extraño contemplarán mis ojos; ¡y en mi interior se consumen mis entrañas!...
“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina