Job, 41
20. No le pone en fuga la saeta, polvillo le resultan las piedras de la honda.
20. No le pone en fuga la saeta, polvillo le resultan las piedras de la honda.
El trabajo 41 describe la grandeza y la fuerza del monstruo marino de Leviatán, una criatura que solo puede ser domesticada por Dios. Los siguientes versos hablan de otras criaturas poderosas y cómo Dios las creó:
Salmo 104:25-26: "Existe el inmenso y vasto mar, donde numerosos seres vivos, demasiado grandes y pequeños para contar. Los barcos cruzan las aguas, y allí vives Leviatán, que formaste para divertirte". Este versículo habla sobre la creación de Dios en el mar, incluido Leviatán.
Job 26:12-13: "Él calma el mar furioso, y con su poder destruye al monstruo marino. Con el aliento, el cielo se vuelve claro; sus manos perforan la serpiente fugitiva". Este versículo describe cómo Dios es capaz de controlar e incluso destruir criaturas poderosas, como el monstruo marino.
Job 12:7-9: "Pero ahora, pregúntele a los animales, y ellos te enseñarán a ti, o a los pájaros del cielo, y te explicarán. Habla con la tierra, y te instruirá; deja que el pez pesca. ¿Quién de todos estos seres no sabe que la mano del Señor ha hecho todo esto? " Este versículo destaca la grandeza de Dios como creador de todas las criaturas, incluido Leviatán.
Isaías 27:1: "En ese día, el Señor castigará, con su dura espada, Leviatán, la serpiente rápida y sinuosa, y matará al monstruo marino que vive en el mar". Este versículo habla sobre el castigo que Dios puede infligir a Leviatán, mostrando su autoridad sobre todas las criaturas.
Salmo 74:13-14: "Con su poderoso brazo, limpiaste el mar y aplastas la cabeza de los monstruos marítimos. Hiciste a Leviatán como alimento para los animales del desierto". Este versículo destaca la capacidad de Dios para someter incluso a las criaturas más poderosas, como Leviatán y su soberanía sobre todas las cosas.
“Quando fizer o bem, esqueça. Se fizer o mal, pense no que fez e se arrependa.” São Padre Pio de Pietrelcina