16. las aguas que venían de arriba se pararon y se amontonaron a mucha distancia -desde Adán hasta la ciudad que está próxima a Sartán-, y las que bajaban al mar de Arabá, el mar Muerto, quedaron enteramente separadas de las otras, mientras el pueblo pasó frente a Jericó.





“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina