3. Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, y puesto a la mesa, llegó una mujer llevando un frasco de alabastro con perfume de nardo auténtico, de mucho valor; rompió el alabastro y lo derramó sobre su cabeza.





“Reflita no que escreve, pois o Senhor vai lhe pedir contas disso.” São Padre Pio de Pietrelcina