19. Su fe no decayó, aunque veía que su cuerpo estaba ya sin vigor al tener casi cien años, y que el seno de Sara estaba ya como muerto.





“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina