18. Como el delito de uno solo trajo la condenación a todos, así la justicia de uno solo trae a todos la justificación que da la vida.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina