38. Pero habían lavado el carro con abundante agua junto al estero de Samaria, de modo que los perros lamieron la sangre y las prostitutas se bañaron en ella, según lo que había dicho Yavé.





“Pense em Jesus flagelado por amor a você, e ofereça com generosidade um sacrifício a Ele”. São Padre Pio de Pietrelcina