21. Oye, pues, las plegarias de tu siervo y las de Israel, tu pueblo, cuando recen en este lugar. Escucha tú desde el lugar de tu morada, desde los cielos; escucha y perdona.





“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina