33. El hecho se divulgó y se dijo al rey de los persas que en el lugar donde los sacerdotes deportados habían escondido el fuego, había aparecido aquel líquido con el que los compañeros de Nehemías habían quemado el sacrificio.





“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina