2 Macabeos, 3
26. Aparecieron también dos jóvenes robustos y muy hermosos, magníficamente vestidos, que, poniéndose a ambos lados de Heliodoro, lo azotaban sin cesar, moliéndolo a golpes.
26. Aparecieron también dos jóvenes robustos y muy hermosos, magníficamente vestidos, que, poniéndose a ambos lados de Heliodoro, lo azotaban sin cesar, moliéndolo a golpes.
“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina