Carta a los Hebreos, 2
3. ¿Cómo, pues, escaparemos nosotros, si despreciamos una salvación tan trascendente? El Señor mismo la proclamó primero, y luego la confirmaron aquellos que le oyeron.
3. ¿Cómo, pues, escaparemos nosotros, si despreciamos una salvación tan trascendente? El Señor mismo la proclamó primero, y luego la confirmaron aquellos que le oyeron.
“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina