Ezequiel, 24
18. Por la mañana hablaba al pueblo, y por la tarde mi mujer había muerto. Al día siguiente hice como se me había ordenado;
18. Por la mañana hablaba al pueblo, y por la tarde mi mujer había muerto. Al día siguiente hice como se me había ordenado;
“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina