Ezequiel, 40

42. Las cuatro mesas para el holocausto eran de piedra tallada de un codo y medio de largo, de uno y medio de ancho y uno de alto. En las meses se colocaban los instrumentos con los que se degollaban las víctimas para los holocaustos y los diversos sacrificios;

Kapcsolódó versek Ezequiel, 40:

Ezequiel 40 describe la visión de Ezequiel del templo durante el exilio babilónico. El capítulo describe la visión detallada del templo y las medidas y especificaciones de su entorno. Los versos a continuación están relacionados con los temas cubiertos en este capítulo:

Isaías 2:2 - "En el futuro, el Monte del Templo del Señor será el más alto de todas las colinas y la más importante de todas las colinas. La gente de todas las naciones irá allí para adorar". Este versículo es una profecía sobre la gloria y la importancia del templo y cómo las naciones lo veneran.

Ezequiel 47:1-2 - "El hombre me llevó de regreso a la entrada del templo, y vi agua saliendo debajo del umbral del templo y corriendo hacia el este. El agua corría hacia el lado sur del templo al sur del altar. " Este versículo describe la visión de un torrente de agua que fluye del templo, simbolizando la bendición y la purificación que trae el templo.

1 Reyes 6:2 - "El templo que el rey Salomón construyó para el Señor tenía veintisiete metros de largo, nueve metros de ancho y quince metros de alto". Este verso es una referencia a las medidas del Templo de Salomón, que fue el predecesor del templo que Ezequiel vio en su visión.

2 Crónicas 29:3 - "En el primer año de su reinado, en el primer mes, Ezequías abrió las puertas del Templo del Señor y las notó". Este verso es una referencia a la restauración del templo durante el reinado de Ezequías, que fue un momento importante en la historia del templo.

Nehemías 3:1 - "Entonces Eliasib, el sumo sacerdote y sus sacerdotes comenzaron a reconstruir la puerta de ovejas. La consagraron y la colocaron en posición, con sus bisagras. También consagraron las torres a la torre Cem y las torres de Hananel. " Este verso es una referencia a la reconstrucción de las puertas del templo durante el período posterior al exilio, que muestra cómo se valoraba y mantuvo el templo.