Génesis, 28

1. Entonces Isaac llamó a su hijo Jacob, lo bendijo y le dio esta orden: «No te cases con ninguna mujer cananea.

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Génesis 28 informa el comienzo del viaje de Jacob, donde huye de su hermano Esaú y tiene una reunión con Dios en un sueño, recibiendo una promesa de bendición. Los principales temas cubiertos incluyen la importancia de las bendiciones divinas, la presencia de Dios en nuestras vidas y la fidelidad de Dios para cumplir sus promesas.

Salmo 139:7-10: "¿Dónde estaré ausente de tu espíritu? ¿Dónde me quedaré sin la cara? Dawn y me detengo en los extremos de los mares, aún habrá para guiar tu mano y tu mano derecha me sostendrá. " Este versículo habla sobre la presencia constante de Dios en nuestras vidas, sin importar dónde estemos o por lo que estamos pasando.

Deuteronomio 31:6: "Sé fuerte y valiente, no tengas miedo, ni te sorprendas ante ellos, porque el Señor tu Dios está contigo; Este pasaje refuerza el mensaje de que Dios siempre está con nosotros y nos protege en todas las situaciones, tal como protegió a Jacob en su viaje.

Hebreos 13:5: "Esté constantemente en el amor fraternal. No descuidar la hospitalidad, para algunos, practicarla, sin saber cómo dieron la bienvenida a los ángeles". Este versículo habla sobre la importancia de ser hospitalario y amoroso con las personas que nos rodean, porque jacob tuvo una reunión con Dios mientras estaba en un viaje, también podemos tener encuentros con él a través de nuestras interacciones con los demás.

Isaías 41:10: "No tengas miedo, porque estoy contigo, no te persigas, porque yo soy tu Dios; te fortalezco y te ayudo, y te apoyo con mi fiel mano derecha". Este pasaje refuerza el mensaje de que Dios es fiel para cumplir sus promesas y que podemos confiar en su presencia y ayudar en todas las circunstancias.

Juan 1:51: "En verdad, realmente te digo que verás el cielo abierto y los ángeles de Dios que se levantan y bajan sobre el Hijo del Hombre". Este verso es una referencia al sueño de Jacob, donde vio una escalera que se extendía del cielo a la tierra y los ángeles que se elevaban y bajaban. Nos recuerda que Jesús es la escalera que nos lleva al cielo y que él es la conexión entre Dios y la humanidad.