25. Pero cuando ya la llevaban, ella mandó a decir a su suegro: «Me ha dejado embarazada el hombre a quien pertenecen estas cosas. Averigua, pues, quién es el dueño de este anillo, este cordón y este bastón.»





“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina