36. Cuando Balac supo que venía Balaam, salió a su encuentro en Ar-Moab, en la frontera del Arnón en los límites de su territorio.





“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina