Sirácides (Eclesiástico), 38
20. ¡No abandones tu corazón a la tristeza, échala y piensa en tu propio fin!
20. ¡No abandones tu corazón a la tristeza, échala y piensa en tu propio fin!
“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina