3. Al mediodía reseca el campo; ¿quién puede soportar su ardor? Aunque sea insoportable el calor de la fragua, el ardor del sol es tres veces más cuando quema las montañas, proyectando vapores ardientes, rayos que ciegan los ojos.





“Nunca se canse de rezar e de ensinar a rezar.” São Padre Pio de Pietrelcina