24. Entonces fue cuando Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel, enseñándole a Efraín los caminos del mal. Y sus pecados fueron aumentando hasta tal punto que se hicieron deportar de su país.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina