Talált 14 Eredmények: Alcimo

  • De pronto acudieron a él todos los israelitas sin ley ni religión, encabezados por Alcimo, hombre que pretendía el puesto de jefe de los sacerdotes. (1 Macabeos 7, 5)

  • Lo mandó con Alcimo, al que hizo jefe de los sacerdotes, pidiéndoles que castigaran a los israelitas. (1 Macabeos 7, 9)

  • pero una comisión de maestros de la Ley se reunió con Alcimo y Báquides para buscar una solución satisfactoria. (1 Macabeos 7, 12)

  • Luego puso la provincia en manos de Alcimo, le dejó un ejército para ayudarlo y volvió donde el rey. (1 Macabeos 7, 20)

  • Alcimo luchó por que lo reconocieran como jefe de los sacerdotes (1 Macabeos 7, 21)

  • Judas vio que Alcimo y los suyos eran peores todavía que los paganos para Israel. (1 Macabeos 7, 23)

  • Alcimo comprendió que Judas y los suyos lo superaban en fuerzas y que no podía oponerse a ellos, por lo que volvió donde el rey y los acusó de graves delitos. (1 Macabeos 7, 25)

  • Cuando Demetrio se enteró de la muerte de Nicanor y de la derrota de su ejército, mandó otra vez a Báquides y Alcimo a Judea con las mejores tropas de su ejército. (1 Macabeos 9, 1)

  • En el año ciento cincuenta y tres, en el segundo mes, Alcimo mandó derribar el muro del patio interior del Templo. Esto significaba nada menos que destruir la obra de los profetas. (1 Macabeos 9, 54)

  • Alcimo empezó la demolición, pero entonces tuvo un ataque y los trabajos quedaron suspendidos. Alcimo había perdido el uso de la palabra y ya no pudo decir nada, ni siquiera para dar órdenes acerca de su casa. (1 Macabeos 9, 55)

  • Un tal Alcimo, que antes había sido sumo sacerdote, pero que se había desprestigiado en tiempo de la rebelión, comprendió que de ninguna forma volvería a ser aceptado para el servicio del altar sagrado. (2 Macabeos 14, 3)

  • En cuanto Alcimo dijo esto, los demás Amigos del Rey, que sentían aversión hacia Judas, se apresuraron a incitar a Demetrio contra él. (2 Macabeos 14, 11)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina