Talált 1093 Eredmények: Alegría de David
Y como no acababan de creerlo por su gran alegría y seguían maravillados, les dijo: «¿Tienen aquí algo que comer?» (Evangelio según San Lucas 24, 41)
El segador ya recibe su paga y junta el grano para la vida eterna, y con esto el sembrador también participa en la alegría del segador. (Evangelio según San Juan 4, 36)
¿No dice la Escritura que el Mesías es un descendiente de David y que saldrá de Belén, la ciudad de David?» (Evangelio según San Juan 7, 42)
Les he dicho todas estas cosas para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea completa. (Evangelio según San Juan 15, 11)
La mujer se siente afligida cuando está para dar a luz, porque le llega la hora del dolor. Pero después que ha nacido la criatura, se olvida de las angustias por su alegría tan grande; piensen: ¡un ser humano ha venido al mundo! (Evangelio según San Juan 16, 21)
Así también ustedes ahora sienten tristeza, pero yo los volveré a ver y su corazón se llenará de alegría, y nadie les podrá arrebatar ese gozo. (Evangelio según San Juan 16, 22)
Pero ahora que voy a ti, y estando todavía en el mundo, digo estas cosas para que tengan en ellos la plenitud de mi alegría. (Evangelio según San Juan 17, 13)
«Hermanos, era necesario que se cumpliera la Escritura, pues el Espíritu Santo había anunciado por boca de David el gesto de Judas; este hombre, que guió a los que prendieron a Jesús, (Hecho de los Apóstoles 1, 16)
Escuchen lo que David decía a su respecto: Veo constantemente al Señor delante de mí; está a mi derecha para que no vacile. (Hecho de los Apóstoles 2, 25)
Hermanos, no voy a demostrarles que el patriarca David murió y fue sepultado: su tumba se encuentra entre nosotros hasta el día de hoy. (Hecho de los Apóstoles 2, 29)
También es cierto que David no subió al cielo, pero estas palabras son suyas: Dijo el Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha, (Hecho de los Apóstoles 2, 34)
Todos los días se reunían en el Templo con entusiasmo, partían el pan en sus casas y compartían sus comidas con alegría y con gran sencillez de corazón. (Hecho de los Apóstoles 2, 46)